Cuando podemos intervenir y manejar a nuestro entero antojo los parámetros del sonido, podemos decir que tenemos un control absoluto de éste. Con éste control, podemos dibujar en el aire una infinidad de nuevos sonidos, experimentando con los más inusuales timbres y alturas.
La tecnología actual, nos ofrece un enorme abanico de herramientas para manejar el sonido a nuestro entero gusto, dándonos una inagotable fuente de recursos para la composición musical. El saber utilizar provechosamente estos recursos, es fundamental para un músico de estos tiempos.
Una de las herramientas más versátiles y a la vez complejas es Csound, un pseudo lenguaje de programación, que nos permite crear y manipular todo tipo de sonidos. Consiste fundamentalmente en escribir los parámetros de los distintos osciladores que utilizaremos para crear el sonido, y luego escribir el orden, altura y duración que le daremos en el tiempo, tal como si se tratase de una partitura.
A diferencia de los sintetizadores de hardware actuales, donde el número de osciladores y conexiónes está limitado, CSound permite una enorme cantidad de elementos, si queremos, podemos conectar 200 osciladores y reconectarlos con distintas envolventes y formas de onda. El poder de CSound casi no tiene límites, depende casi exclusivamente de la imaginación del compositor.
Una desventaja de usar esta herramienta, es su complejidad, aunque no es algo imposible de lograr, puede volverse una labor un tanto tediosa la composición de piezas complejas, teniendo que lidiar con terminologías y sintaxis a las cuales el músico no siempre está habituado.
La última versión de CSound Aquí
